¡Arena, sol, cangrejo! ¡Terror!

Gulp. Nos vamos a la playa. A mí me no me gusta la playa.

Hay arena: me empanizo. Hay mosquitos: me pican. Hay agua: me ahogo. Hay sol: me rostizo. Hay reggae: me vomito.

Pero hay que darle otra oportunidad.


Además es temporada alta. Chairos trepados en los techos, chairos abajo de la arena, chairo sorpresa tras una roca. Todos tocando tamborcitos, todos hablando de cosas MUY IMPORTANTES, todos demasiado pedos, demasiado pachecos. Pueh, muy útil, quizá, ¡pero yo voy a querer dormirme temprano!

Y nada de tecnología. Nada. Ni siquiera teléfono, joer. Sospecho que terminaré formando una comisión "vámonos a Puerto Escondido a bloguear".

Además, a mí no me engañan: seguramente allá también hace mucho pinche frío. No me importa que sea la orilla del marrr. Yo aquí pensando en shorts y chanclas, cuando en realidad debería llevarme mi sleeping de las Tortugas Ninja.

Tengo mucho miedo.