Soy Ed Wood (región 4)

Se me ocurrió que un helado de fresa se vería muy chulo en la escena.

Si la idea es que haya continuidad, ¿a quién diablos se le ocurre meter un prop que se derrite, y que además sabe tan bueno que ni los actores (2) ni el crew (1) se resisten a zampárselo? A Raúl Fuentes, por ejemplo. Y a mí. La diferencia es que en su película no se notó el barullo detrás de los dos helados que, hermosos, redondos y completos sobre sus barquillos, aparecen a cuadro. Lo que no se sabe es que hubo histeria colectiva y crisis nerviosas por culpa de los postres que, ante la angustia del departamento de arte, se convertían en pegostiosa materia líquida sobre la banquita en que los habían dejado. Además había que ocultarle la catástrofe al señor director para que no le diera el soponcio. Jojo, qué bueno que yo nomás estaba de visita actoral.

Pero, bueno, bueno, mi helado derretido y misteriosamente disminuido con cada corte. ¿Repetí las tomas? Naaaah, ya así.

Más tarde: la noche cayó. De por sí el día estaba nublado, pero las tomas finales con trabajos se van a ver. ¿Planifiqué otro día de grabación? Naaaaaah, ya así.

¿Ya ven? Lo tengo todo planeado para convertirme en realizadora de culto.