Maradona y la utilidad de los blogs (post al chingadazo)

Dos ideas en un mismo post:

1. ¿Qué pedo con el programa de Maradona? ¿Qué pedo con Maradona?
Su entrevista con Castro es la neta. Al héroe chairo ya no se le entiende nada, está como Juan Pablo II cuando ya babeaba (perdón, perdón, pero es que). Y entonces Diego pone cara de que sí le entiende a todo, asiente y sonríe y le sigue la corriente, mientras seguro nomás escucha "fssffsfsfssfsffsfs - brrbbbrrrrrbb - Bush - fsfsssffffsssffff - bbrrbbrbrbrbrrr - la OEA apesta - brrb fsfsfsfsffsfsfff - me quieren matar - fsfsssfsffsffsfsfsff - brbbrbrbrbrbr".

2. Si no hubiera blogs, pasarían años y yo andaría años por la vida con el deseo latente de comentar eso de la entrevista Maradona - Castro. O sea. Así como en todos los blogs comentamos todo lo que en su momento era impactante pero que ps nomás podíamos platicar con dos güeyes. Por ejemplo: ¿qué pedo con el maullido más largo de Corre GC Corre? ¿Qué pedo con Corre GC Corre?

Por eso parece que la generación bloguera vive en el pasado, en una eterna negación de que la infancia ha terminado. Pero ps no.